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¿Jesús habló con los muertos?

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Dios tiene una característica básica en su forma de ser, un atributo divino, él es Fiel, Él nunca se contradice, es fiel a sí mismo, es fiel en su amor y es fiel a su palabra, podemos ver esa cualidad en cada pasaje de las Escrituras, esta fidelidad está relacionada con la justicia, si Él fuera infiel a su palabra sería injusto y viceversa.

Lucas9:28-36 Como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Mientras oraba, la apariencia de su rostro cambió y su vestido se volvió blanco y resplandeciente.

Y dos varones hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías. Estos aparecieron rodeados de gloria; y hablaban de su partida, que Jesús iba a cumplir en Jerusalén.

Pedro y los que lo acompañaban estaban rendidos de sueño; pero, permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con él. Y sucedió que, mientras estos se alejaban de él, Pedro dijo a Jesús:

—Maestro, bueno es para nosotros estar aquí. Hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés y una para Elías.

Pero no sabía lo que decía. Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. Y vino una voz desde la nube, que decía: «Éste es mi Hijo amado; a él oíd.» Cuando cesó la voz, Jesús se encontraba solo. Ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.

Lo primero que revisamos en este estudio fue la prohibición de tratar de contactarse con los muertos en la ley levítica y como Dios había juzgado a las naciones aledañas por este tipo de prácticas, cuanto las aborrecía y cuál era el juicio para aquel que infrinja esta ley. Hay gente que opina que Dios hace excepciones a esta regla, como por ejemplo cuando Saúl busca a una adivina, y existe ese concepto, que tal vez, no todos pero de vez en cuando alguien es un poco especial o tiene una tarea especial o tiene una fuerza de voluntad mayor, por lo cual en el momento en que muere no parte directamente hacia su destino sino que queda en un estado intermedio, vaga por la tierra de los vivos hasta que lo que dejó pendiente sea solucionado.

Pues vemos en este pasaje que hasta Dios necesitó que algún ser humano de otra época hablase con Jesús, sin embargo vemos como Dios mismo soluciona esta necesidad.

1.-  Dios Padre necesitaba explicar a su Hijo como exactamente debía llevar acabo algunos detalles del Plan de Salvación, detalles que no debieron estar en las Escrituras.

2.- Dios mismo estableció que todo lo concerniente a la salvación del hombre sea predicado por el hombre, nadie más tiene el poder de comunicar y participar en este glorioso proyecto, y la Biblia especifica que aun los ángeles tiene vetado tratar el tema con los hombres, la salvación así como el pecado solo puede ser transmitida por los hombres.

3.- Para establecer esta comunicación Dios padre envía a Moisés y a Elías.

Entonces viene la pregunta ¿No es esto comunicarse con los muertos?, ¿Dios mismo no está faltando a su ley?

Pues el Padre preparó de antemano la solución para este dilema, de tal manera que su ley no sea violentada. Con anterioridad Dios preparó a 2 de sus generales para esta misión, uno de ellos, Elías, fue llevado al cielo vivo.

2 Reyes 2:11-12 Iban caminando y conversando cuando, de pronto, los separó un carro de fuego con caballos de fuego, y Elías subió al cielo en medio de un torbellino. Eliseo, viendo lo que pasaba, se puso a gritar: « ¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel!» Pero no volvió a verlo.

Por lo tanto el conversar con Elías no violaba ninguna ley, al parecer esto era conocido por las personas en la época de Jesús, tal vez existían personas que intentaban hablar con Elías o con Enoc, el otro de los transpuestos. Esto explicaría que cuando Jesús agonizaba en la cruz y hablaba, la gente alrededor piense que estaba tratando de hablar con Elías.

Marcos 15:33-35 Cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: ¡Eloi, Eloi!, ¿lama sabactani? (que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”). Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: Mirad, llama a Elías.

Pero el caso de Moisés conversando con Jesús es diferente, Moisés sí murió, así que ¿Cómo es posible que Jesús hablara con el sin romper la ley?

En el libro de Judas encontramos la explicación:

Judas 1:9 Pero cuando el arcángel Miguel luchaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: «El Señor te reprenda.»

Este pasaje, seguramente una tradición oral judía, luego plasmada en el apócrifo Libro de Enoc, la cual es validada por el autor del libro de Judas, nos muestra la conclusión de la historia de Moisés, quien muere frente a la tierra prometida, en el monte de Nebo, en la tierra de Moab. Dios envía a un arcángel de nombre Miguel a recuperar el cuerpo sin vida de Moisés y Satanás en persona lucha con Miguel por el cuerpo.

¿Por qué Dios necesitaría un cuerpo sin vida?, ¿Qué era tan importante que el enemigo se arriesga a una lucha frontal por este cuerpo?

Dios necesitaba ese cuerpo para volverlo a la vida, y el enemigo lo sabía, así que ese cuerpo era vital para el plan de Salvación, la persona que se presentó en ese monte fue un hombre resucitado, de carne y hueso, como el mismo Lázaro, amigo de Jesús, nunca un fantasma o un espíritu. Esa es la manera en que Dios solucionó esta necesidad, pero no es algo común, no vamos a esperar que nuestros familiares sean resucitados para poder hablar con ellos.

Esta es la solución que encontraron los católicos para justificar el rezar a la Virgen María, alegan que ella fue transpuesta y basan esa afirmación en un libro escrito en el siglo IV, pero no tienen ningún respaldo en las Escrituras.

 

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