La cura contra la pereza es la diligencia

Empezaremos esta segunda parte con una confesión, yo no lo sabía y si lo sabia no quería reconocerlo, pero cuando lo supe lo confesé como se confiesa cualquier pecado, reconociéndolo delante de Dios, luego a las personas a quienes he afectado, mi familia, mis hijos y principalmente mi esposa, una de las más afectadas, a [...]